La líder de Agrupación Nacional anuncia que hará caer al Gobierno y pide elecciones anticipadas Leer La líder de Agrupación Nacional anuncia que hará caer al Gobierno y pide elecciones anticipadas Leer
La líder de extrema derecha Marine Le Pen ha anunciado este martes que su partido, Agrupación Nacional (RN), votará en contra del Gobierno del centrista François Bayrou en la moción de confianza prevista para el próximo 8 de septiembre, lo que posiblemente precipitará su caída y puede forzar la convocatoria de elecciones anticipadas este mismo año.
Tras una reunión con el propio Bayrou, a la que acudió a acompañada de su delfínJordan Bardella, Le Pen reclamó al presidente Emmanuel Macron la convocatoria «ultra rápida» de elecciones parlamentarias para salir de la crisis precipitada por el plan de Bayrou de recortes sociales de 43.800 millones de euros -incluida la supresión de dos días festivos- para reducir el déficit presupuestario y atajar la deuda pública.
«Estamos en desacuerdo absoluto con las medidas planteadas por el primer ministro porque son profundamente nocivas», declaró Le Pen tras el encuentro celebrado en el palacete de Matignon con Bayrou, que en ocho meses ha salvado ocho mociones de censura gracias precisamente al apoyo «pasivo» de los diputados de RN, que reservaron sus cartuchos para la batalla de los presupuestos a la vuelta del verano.
«El primer ministro no puede dar la alerta sobre la gravedad terrible de las finanzas públicas cuando él es principal responsable de la situación«, advirtió Le Pen. «Si realmente hubiera querido evitar esta situación, tendría que haber atendido a las reclamaciones de los diferentes partidos en julio y tomar medidas que sean justas y eficaces».
El anuncio efectuado por Bayrou el 1 de julio, con medidas como la congelación durante un año de las pensiones o la supresión de las festividades del Lunes de Pascua y del Día de la Victoria, provocó simultáneamente las críticas de la extrema derecha de Marine Le Pen y de la extrema izquierda de Jean-Luc Mélenchon y La Francia Insumisa. Los sindicatos lo tacharon de «guerra social» y varios grupos de activistas convergieron bajo la consigna «¡Bloqueemos todo!» para convocar un paro general el 10 de septiembre.
El anuncio de una moción de confianza, anticipado por el propio François Bayrou la semana pasada, se interpretó como una huida hacia delante, consciente de que el apoyo de los dos grandes bloques de la oposición pueden ser suficientes para llegar el lunes a los 289 votos necesarios de los 577 para derrocar al Gobierno.
La caída de Bayrou, que reemplazó en diciembre pasado al dimisionario Michel Barnier, podría arrastrar al presidente Macron, que ha dado su «pleno apoyo» al primer ministro y ha calificado su plan presupuestario como «audaz y valiente». Si dimite Bayrou, Macron podría optar por designar un nuevo primer ministro de su propia coalición de centro-derecha o por un tecnócrata con el único objetivo de sacar adelante el presupuesto, aunque la fragmentación actual del Parlamento -sin una mayoría absoluta y con tres bloques irreconciliables- puede precipitar una nueva convocatoria de elecciones anticipadas, tras las celebradas en julio de 2024 que provocaron el actual caos político en el que vive Francia.
Macron mantuvo, por su parte, una reunión de urgencia con los líderes de la coalición de centro-derecha para intentar vislumbrar una salida. Al encuentro acudieron Gabriel Attal (Renacimiento), Édouard Philippe (Horizontes) y Bruno Retailleau (Los Republicanos), el ministro de Interior que en las últimas semanas ha librado un pulso personal con el presidente.
En declaraciones a Le Figaro, el ex presidente Nicolas Sarkozy -que el 25 de septiembre conocerá la sentencia por corrupción por la financiación libia de sus campañas- vaticinó que la única solución posible será la «disolución» de la Asamblea Nacional y calificó la moción de confianza de Bayrou del 8 de septiembre como un «suicidio político».
Según una encuesta de La Tribune Dimanche, la Agrupación Nacional de Marine Le Pen parte como favorita con el 31% de intención de voto, frente al 23,5% de los partidos de izquierda, el 14% del bloque centrista y el 10% de Los Republicanos, la derecha tradicional.
Marine Le Pen sería al final la triunfadora moral de unas elecciones anticipadas. La líder de Agrupación Nacional, condenada este año a cinco años de inhabilitación para cargos públicos por malversación de fondos europeos, cedería previsiblemente el testigo en unas nuevas elecciones parlamentarias al eurodiputado Jordan Bardella, mientras espera la resolución de su recurso para el verano de 2026 y mantiene la mirada puesta en las presidenciales de 2027.
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