Los Kennedy y los Rockefeller, los Bush y los Clinton, los Murdoch y los Maxwell… El dinero, la rivalidad, la política, el periodismo o el lugar en un momento determinado de la historia han enfrentado a esas dinastías. A los Mussolini y los Manning los une en cambio el deporte: el bisnieto del exdictador italiano ha debutado en la Serie A con el Cremonese, y el nieto del legendario quarterback de los New Orleans Saints ha seguido los pasos de su abuelo y es una de las estrellas del fútbol americano a nivel universitario.
El deporte une a las dinastías del dictador y el legendario quarterback
Los Kennedy y los Rockefeller, los Bush y los Clinton, los Murdoch y los Maxwell… El dinero, la rivalidad, la política, el periodismo o el lugar en un momento determinado de la historia han enfrentado a esas dinastías. A los Mussolini y los Manning los une en cambio el deporte: el bisnieto del exdictador italiano ha debutado en la Serie A con el Cremonese, y el nieto del legendario quarterback de los New Orleans Saints ha seguido los pasos de su abuelo y es una de las estrellas del fútbol americano a nivel universitario.
Romano Floriano Mussolini es descendiente del fundador del Partido Nacional Fascista y aliado de Hitler y Franco que llegó al poder a principios de los años veinte del siglo pasado y fue un firme creyente en el poder del fútbol para “hacer Italia grande de nuevo” un siglo antes de que Trump se propusiera hacer grande a América con su movimiento MAGA. De modo que tiene una cierta lógica que sea jugador de calcio , y todo apunta a que la cosa no se le da nada mal.
El bisnieto de Mussolini lleva en la camiseta su nombre de pila (Romano) y ha debutado en la Serie A
Su madre, Alessandra, simpatiza con el neofascismo, ha sido una figura de la ultraderecha y del partido de Berlusconi, habiendo formado parte de las dos cámaras del Parlamento italiano y también del europeo, y es una personalidad televisiva. Su padre digamos que tampoco es un dechado de progresía, mientras que uno de sus abuelos, en cambio, fue músico de jazz, y Sofía Loren es tía abuela suya (algo de arte tenía que haber). El futbolista no quiere hablar de política, pero en la camiseta no lleva el apellido sino su nombre de pila (Romano). Eso sí, cuando jugaba en el Juve Stabia algunos tiffosi celebraban sus goles saludando con el brazo en alto.
En su debut en la Serie A con el recién ascendido Cremonese, Romano (un lateral derecho de 22 años, jugar por la izquierda habría sido demasiado para la familia) entró en el campo a ocho minutos del final y forzó el penalti que facilitó el gol de la victoria por 3-2 sobre el Sassuolo. Está cedido por el Lazio, un sector de cuya hinchada no oculta su simpatía por el fascismo, de modo que, si algún día vuelve a sus filas, la polémica está servida.
Mucho menos controvertido, pero más célebre ya, es Archie Manning, el quarterbackde los Longhorns de la Universidad de Texas, sobrino de Peyton y Eli (cada uno con dos anillos de la Super Bowl, el primero con Indianápolis y Denver, y el segundo con los New York Giants), y cuyo abuelo (que se llama igual que él) dirigió durante una década el ataque de los New Orleans Saints y vive ahora retirado en una fabulosa casa del Garden District de la ciudad, junto a la ruta del famoso tranvía. Dio mucho dinero después de la tragedia del Katrina hace veinte años, y es una auténtica institución en Luisiana.
Hasta ahora, Manning (que no lleva el número de sus tíos ni de su abuelo, sino el 16) apenas ha jugado diez partidos, la mayoría saliendo como sustituto de Quinn Ewers (fichado por los Miami Dolphins), y ha lanzado menos de un centenar de pases. A pesar de ello, es el jugador más famoso del college football (el campeonato universitario), candidato a ser el primer seleccionado cuando se presente al draft , ya sea a finales de este año o del que viene, y muchos lo ven como el continuador de la dinastía y una futura estrella de la NFL.
Y no solo por el nombre. De casta le viene al galgo, que ha mamado fútbol americano desde que era bebé en una casa en la que apenas se hablaba de otra cosa. Su padre Cooper, el hermano mayor de Eli y Peyton, era un wide receiver que prometía mucho, pero tuvo que abandonar el deporte por una enfermedad. El chico no solo es un gran atleta, sino que sabe leer las defensas y tiene un brazo muy potente.
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Una cosa está bastante clara: no celebra los touchdown con el saludo fascista, ni piensa hacerlo nunca.
ARCHIE MANNING
Los Longhorns de la Universidad de Texas, en Austin, son una de las grandes potencias del fútbol americano a nivel universitario, y juegan en un estadio con capacidad para 100.000 espectadores, uno de los mayores del mundo. Han ganado cuatro títulos nacionales, pero el último hace ya veinte años. Las dos temporadas pasadas perdieron en las semifinales, y este año cuentan con Manning para llevarlos a la cima. El comienzo de curso ha sido sin embargo decepcionante, con una derrota por 14-7 en terreno de Ohio State, el vigente campeón. Archie no estuvo bien y lazó una intercepción.
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