El desplome de la afiliación en educación se concentra en centros privados y en fijos discontinuos Leer El desplome de la afiliación en educación se concentra en centros privados y en fijos discontinuos Leer
«La importante caída que se produce a lo largo de estos meses tiene un elemento positivo, que es que todo ese empleo vuelve ahora después de vacaciones y lo iremos viendo, como todos los años, en los meses de septiembre y octubre». Con estas palabras, el secretario de Estado de Seguridad Social, Borja Suárez, restaba ayer gravedad al desplome del empleo en el sector de la educación en verano. Sin embargo, esa tendencia estadística que describía el número dos de Elma Saiz es la realidad que viven en primera persona decenas de miles de profesores que cada mes de junio se quedan sin trabajo y llegan a septiembre sin una plaza garantizada, con la incertidumbre de si serán repescados para la vuelta al cole.
Es el caso de Marc Bolo, profesor de valenciano en centros públicos de educación secundaria y formación profesional de la Comunidad Valenciana. A sus 30 años, llega a septiembre sin plaza por tercer año consecutivo como interino. «Acaba de salir una lista para interinos de plazas que se han de cubrir y estoy a la espera», arranca al otro lado del teléfono. Desde septiembre de 2024 y hasta el pasado mes de junio cubrió la jornada parcial de una profesora que se redujo las horas y cuando acabó el curso, finalizó su contrato. «Es una incertidumbre», admite, porque «conseguir plaza es cuestión de suerte».
El de Marc es uno de los más de 255.000 despidos de profesionales de la educación que se han producido este verano. Según se extrae de la serie de afiliación media, el pasado mes de mayo, antes de que empezara la criba estival, había 1.325.868 cotizantes en el sector (en el régimen general, sin tener en cuenta a los trabajadores autónomos) y a cierre de agosto quedaban 1.070.732. En junio se perdieron 55.568 afiliados, en julio 123.699 y en agosto, otros 75.869. En total, el verano se ha saldado con la desaparición de 255.136 profesores, máximo desde que hay registros.
En el Ministerio de Seguridad Social defienden que el desplome de la afiliación en la sección de educación en los meses estivales se concentra en centros privados como academias o centros deportivos y el grueso del ajuste está en la modalidad de contratación de los fijos discontinuos, que acapararon más del 55% de las relaciones laborales finalizadas este fin de curso. El secretario de Estado destacó que el Gobierno ha mejorado su protección para que los trabajadores que no estén activos en el periodo estival tengan garantizado el que se les compute como cotizado el año completo de cara a la jubilación. Aunque lo definió como «un avance importante», aseguró que el Gobierno no cae en la «autocomplacencia» en el ámbito educativo y reconoció que «hay elementos sobre los que seguir incidiendo».
En este sentido, Suárez advirtió de que hay un «volumen excesivo» de interinidades, que son esos puestos de trabajadores que cubren vacantes temporales o hacen sustituciones eventuales de funcionarios en centros públicos, como los que viene ocupando Bolo en los últimos tres años. Con todo, afirmó que esta problemática está «sobre todo en el tejado de las autoridades competentes, que son las autonomías». Una afirmación que corroboró el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, quien además calificó como «inaceptable» que se cubran necesidades indefinidas con contratos fijos discontinuos y aseguró que la Inspección de Trabajo vigila estas prácticas. Para el segundo de Yolanda Díaz, «la educación era una máquina de generar precariedad con contratos vinculados a obras y servicios que generaban una gran incertidumbre», pero esto ha cambiado con la reforma laboral, que ha favorecido «la transformación en bloque de temporalidad a fijeza».
Tras conocer el cierre de agosto y el balance del verano, el sindicato de funcionarios Csif denunció ayer la destrucción de empleo, la «inestabilidad» y el «abuso de la interinidad» en el ámbito educativo público. «La temporalidad sigue estancada en el 33% y con un déficit de plantilla de 44.000 docentes con respecto a la situación anterior a los recortes de 2010», advirtió la central sindical en una nota en la que destacó que solo en agosto el conjunto de las administraciones públicas destruyeron 3.181 puestos de trabajo, el 16% de la Oferta de Empleo Público que ha aprobado el Gobierno para este año. «Csif mantiene su preocupación por la sostenibilidad de las administraciones públicas a medio plazo, teniendo en cuenta además las dificultades del Gobierno para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado y la ausencia de negociación de un nuevo acuerdo retributivo», lamentan en la central sindical.
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