El cambio de hábitos al que Chris Pratt se vio obligado no fue solo una cuestión de trabajo, sino también de salud. El propio actor explicó que el exceso de peso le generó consecuencias graves: se sentía débil, agotado y emocionalmente hundido.
El actor estadounidense ha llegado a ser un superhéroe de Marvel, pero antes lidió con el exceso de kilos
El cambio de hábitos al que Chris Pratt se vio obligado no fue solo una cuestión de trabajo, sino también de salud. El propio actor explicó que el exceso de peso le generó consecuencias graves: se sentía débil, agotado y emocionalmente hundido.
Según relató, los problemas iban más allá del aspecto físico y afectaban directamente a su corazón, a su piel y a su estado general, hasta el punto de condicionar por completo su vida diaria. Aquella etapa estuvo marcada por una sucesión de altibajos que le hicieron replantearse cómo quería afrontar el futuro.
Le hacía gracia engordar hasta que ya no le hizo
Antes de llegar a ese punto, Pratt había convertido su aumento de peso en un juego personal. Durante su paso por Parks and Recreation interpretando a Andy, empezó a engordar de forma consciente porque le hacía gracia.
Él mismo contó que un día se vio en dos escenas seguidas y pensó que estaba más gordo, pero también que nunca había resultado tan divertido. Desde ese momento decidió probar hasta dónde podía llegar y en cada lectura de guion se comía varias hamburguesas, lo que le llevó a alcanzar los 136 kilos.

Reuters
El actor reconoció que parte de esa dinámica también estaba vinculada a la relación que mantenía con Anna Faris, con quien compartía largas noches de vino y excesos. Recordó con ironía aquella etapa describiéndose como “su pequeño Hansel en el bosque”, mientras ella le animaba a comer más de lo que debía. Lo que al principio parecía un gesto simpático terminó teniendo consecuencias que él mismo calificó de muy negativas para su salud.
Su carrera cinematográfica también le obligó a constantes cambios físicos. Pratt explicó que adelgazó para Moneyball, volvió a engordar, bajó de nuevo de peso para La noche más oscura y después recuperó todos los kilos para volver a interpretar a Andy. Fue al salir del cine tras ver esa película cuando decidió que no quería volver a estar gordo.
Con el paso del tiempo logró estabilizarse y adoptar un estilo de vida más disciplinado que llevó a ser un superhéroe de Marvel. En una entrevista subrayó la importancia de ese proceso con un mensaje optimista: “Si te sentías como yo en aquel entonces, quiero decirte: hay esperanza. Con trabajo duro, disciplina y perseverancia, puedes cambiar más que solo tu apariencia física; cambia por completo tu perspectiva de la vida”. Una declaración que resume bien cómo pasó de aquel juego con la comida a una transformación que terminó afectando a todos los ámbitos de su vida.
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