El Ibex 35 disfruta de una valoración muy atractiva y tiene uno de los mejores retornos para el accionista en el mundo. Leer El Ibex 35 disfruta de una valoración muy atractiva y tiene uno de los mejores retornos para el accionista en el mundo. Leer
La economía española lleva un tiempo con tasas de crecimiento de más del doble que la media de la Eurozona, y sobre todo muy por encima de Alemania y Francia. Se espera que para el año 2025 esta tendencia continúe, viendo cómo están evolucionando los índices de confianza empresarial manufacturero y de servicios. El sector privado (familias y empresas) se encuentra con una situación financiera bastante cómoda, en un momento en que el sector inmobiliario disfruta de vientos de cola, y el sector exterior sigue mejorando. Con una inflación estabilizándose en los niveles que busca el BCE, la renta real disponible sigue recuperando y nos encontramos con un incremento en la inversión directa extranjera a través de los fondos NextGen.
En este entorno, vemos que el Ibex 35 sigue disfrutando de una valoración muy atractiva. Además de tener uno de los mejores retornos para el accionista en el mundo -la rentabilidad por dividendo más recompra de acciones que hace que el retorno al accionista supere el 6%-, los beneficios de las empresas han ido por delante de la recuperación de las cotizaciones, lo que hace que el ratio de precio sobre beneficios apenas supere once veces.
Este es el caldo de cultivo perfecto para encontrar buenas oportunidades de inversión tanto a nivel sectorial como de compañías concretas, al contar en España con empresas muy bien gestionadas y a precios muy asequibles, en sectores como el financiero, industrial, consumo, energía, inmobiliario, etc.
El resultado electoral en Estados Unidos el pasado noviembre ha traído consigo un cambio importante en la expectativa de ciertas variables económicas que han influido enormemente en el comportamiento de los mercados financieros durante este último mes. La reaceleración de la economía norteamericana, junto con las diferentes políticas económicas que se están anunciando, han provocado que las expectativas de inflación y por tanto, de tipos de interés, se estén ajustando al alza. El principal impacto lo vemos en una fortaleza del dólar americano en general contra el resto de las divisas mundiales. Este entorno, junto con la amenaza de implementación de una política arancelaria muy agresiva, está provocando que la prima de riesgo de los países emergentes se esté incrementando.
Es verdad que las bolsas de los mercados emergentes llevan varios años comportándose peor que los mercados desarrollados, y que desde un punto de vista de valoración están muy baratas. También es verdad que el reciente anuncio de estímulos por parte del gobierno chino había animado mucho las bolsas de estos países, y que en un contexto de bajadas de tipos de interés en las principales economías del mundo suelen ser positivas, pero en las últimas semanas se ha perdido todo lo ganado. La fortaleza del dólar, la amenaza de los aranceles, y las continuas revisiones a la baja de las estimaciones de crecimiento económico han truncado esta expectativa.
En concreto, necesitamos ver que China empieza a mejorar, ya que arrastra al resto de los mercados emergentes. La situación del mercado inmobiliario, el exceso de deuda y su entorno deflacionario necesita de un estímulo mucho más grande para dar la vuelta a su situación.
*Luis Buceta es director de Inversiones de Creand Wealth Management en España.
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