El fundador y presidente de Air Europa asegura que la entrada de Turkish Airlines permitirá que siga siendo española y les facilitará la devolución del préstamo que les dio la SEPI durante la pandemia Leer El fundador y presidente de Air Europa asegura que la entrada de Turkish Airlines permitirá que siga siendo española y les facilitará la devolución del préstamo que les dio la SEPI durante la pandemia Leer
Después de intensas y largas negociaciones con distintas aerolíneas como Iberia, Air France o Lufthansa, Air Europa ha encontrado el socio deseado. En una ampliación de capital de 300 millones de euros, la compañía española cede el 26% de sus acciones a Turkish Airlines, en un acuerdo que recibió el visto bueno definitivo la semana pasada.
Juan José Hidalgo (Villanueva del Conde, 1941), fundador y presidente de la compañía, respira tranquilo. La operación devuelve normalidad y futuro a la empresa creada en los años 80 por este emprendedor salmantino, hecho a sí mismo. Albañil, repartidor y lo que hiciera falta como emigrante en Suiza, sus primeros pasos en el mundo del transporte consistían en llevar y traer trabajadores españoles de un país a otro en autobuses que compró como podía. En conversación con EL MUNDO, Hidalgo habla de la operación recién firmada con Turkish Airlines, tras el proceso de venta fallido por parte deIAG, matriz de Iberia.
- ¿Está usted satisfecho con la entrada de capital turco en la compañía?
- Muy contento, siento una gran tranquilidad porque se acaban muchos problemas. Y además soy presidente de una compañía española asociada con British, con la que firmamos el 20% hace dos años. Por cierto, ellos han superado ya su inversión, la han doblado y están encantados. Y ahora Turkish entra con el 26%. Eso también es muy satisfactorio. Nunca había ocurrió algo así en la aviación, dos compañías grandes invirtiendo en una empresa.
- Habrá sido decepcionante para usted no haber llegado a un acuerdo de venta con Iberia…
- No. Yo siempre luché por accionistas que hicieran posible que nuestra compañía fuera española, independiente. Iberia es más bien inglesa. Y por otra parte, las conversaciones con las otras, no funcionaban. Mi hijo Javier hizo todas las negociaciones y los turcos fueron más rápidos. Todos habían hecho auditorías y estos son los que se acercaron más a la realidad de lo que nosotros queríamos. De los tres o cuatro candidatos, estos son los que se han llevado el gato al agua. Y además está la libertad de seguir siendo mayoritarios y que Air Europa sea española.
- Habla de solucionar problemas económicos.
- De los 300 millones de los turcos, 275 se convierten en acciones de aumento de capital y el resto se los dan a Globalia con una compra de acciones. Nosotros tenemos que liquidar el préstamo que nos hizo la SEPI cuando la pandemia. Lo repito una y otra vez, préstamo, que no rescate. Un préstamo que estamos pagando con intereses muy altos y que ahora se puede acabar de liquidar. Durante la pandemia, con los aviones parados, estaban en juego 5.000 puestos de trabajo y una incertidumbre total.
- Debió ser complicado sobrevivir en aquel momento.
- Hubo muchas historias tremendas que tuvieron muchos otros empresarios. Yo me vi obligado a vender tres hoteles para poder pagar a la gente. Uno en Mallorca y dos en Tenerife, pero había que aguantar. No se despidió a nadie aunque tuvimos que hacer un ERE. Las pérdidas fueron de 1.400 millones de euros.
- Aquella situación de Air Europa, se ha convertido ahora en un tema político.
- No debería. Yo estaba en República Dominicana y mi hijo en España, hablando con unos y con otros, con ministros, con quien hiciera falta. Tenía que salvar la empresa y a sus 5.000 empleos en peligro. Y tenía que salvarla con un préstamo, los bancos no daban dinero. Entonces en el ICO (Instituto de Crédito Oficial), nos dieron un crédito importante, muy caro pero muy necesario. Es lo que hubiera hecho cualquier otro para salvar sus negocios.
- ¿Conoce usted a Begoña Gómez, la esposa de Pedro Sánchez?
- Yo no la he visto nunca, tampoco a Pedro Sánchez. Y eso que en una ocasión, en una comida delante del Rey, le pedí una audiencia al presidente del Gobierno. Pero Pedro Sánchez nunca ha querido recibirme.
- ¿Ha vuelto a insistir? ¿Ha probado a llamarle?
- ¿Qué quieren? ¿Que sea yo el que llame a la puerta o que llame y me cuelguen?
- A sus años, ¿sigue siendo usted quien maneja los hilos dentro de la empresa?
- Más que nada yo estoy viendo lo qué está pasando. Me consultan, me informan, pero yo ya no estoy en el día a día. Hay un equipo muy bueno que me pregunta lo que opino, consultan… y sigo al tanto de todo. Me toca descansar un poco.
- Tiene un gran proyecto urbanístico en Estepona y la creación allí de una escuela deportiva de alto nivel. ¿Cómo va?
- Llevo 22 años esperando permisos, papeles, trámites que nunca llegan, pero ahí sigo.
- ¿Pueden afectarle los aranceles anunciados por Donald Trump?
- No lo sé. Estamos esperando si los nuevos aviones van a tener un incremento de costo, o no. Es un tema muy importante. A los aviones de Airbus y Boeing que necesitamos, les pueden meter un incremento importante y eso será muy malo para la aviación.
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