Más propio del mundo del baloncesto que del fútbol, el conocido como ‘infierno turco’ amenaza con convertirse en una piedra en el zapato de España en su camino al Mundial del próximo verano, que acogerán Estados Unidos, México y Canadá, todo un invento de la siempre imprevisible FIFA. De tradición itinerante en lo que se refiere a sus partidos como local, esta vez la Federación de Turquía ha elegido la remota localidad de Konya para recibir a la roja, en lo que supone el segundo partido de los seis que otorgarán una plaza directa para la cita mundialista al campeón del grupo.
‘La roja’ visita a la pujante Turquía de Montella en la remota Konya
Más propio del mundo del baloncesto que del fútbol, el conocido como ‘infierno turco’ amenaza con convertirse en una piedra en el zapato de España en su camino al Mundial del próximo verano, que acogerán Estados Unidos, México y Canadá, todo un invento de la siempre imprevisible FIFA. De tradición itinerante en lo que se refiere a sus partidos como local, esta vez la Federación de Turquía ha elegido la remota localidad de Konya para recibir a la roja, en lo que supone el segundo partido de los seis que otorgarán una plaza directa para la cita mundialista al campeón del grupo.
Situada en el corazón de Anatolia, más cerca de Siria que de Estambul, la afición de la ciudad de Konya tiene fama de dibujar algunos de los ambientes más infernales del país y la trascendental visita de España ha sido la excusa perfecta para que la selección turca regrese al estadio del Konyaspor. “Esperamos un ambiente tenso y muy bonito, como corresponde a este partido. Nos enfrentamos a un país volcado con su selección pero nosotros venimos de eliminar a la anfitriona en la Eurocopa. Hemos jugado en ambientes muy hostiles y estamos preparados para cualquier escenario”, remarcaba en la previa Luis de la Fuente, confiado y sonriente, señas ambas de identidad.
De la Fuente aclaró que las molestias de Lamine Yamal en la espalda “no son de importancia”
España sólo ha visitado en cinco ocasiones Turquía a domicilio, y todos los enfrentamientos tuvieron lugar en Estambul. Será la primera vez que el combinado nacional viaje a la Turquía profunda. Además, para estar más alerta, sus números en suelo otomano no son especialmente brillantes, con apenas un triunfo en sus cinco visitas. Eso sí, la solitaria victoria llegó de camino al Mundial de 2010 y a nadie se le escapa cómo acabó aquello.
El partido de esta noche deshojará la margarita de España. Es el envite más complicado de toda la fase de clasificación. Un triunfo dejaría a los de De la Fuente con el pasaporte prácticamente sellado, derrotado sin duda su rival más temible y, además, a domicilio. Una derrota, en cambio, empezaría a enarbolar el fantasma de la repesca, dejando el margen de error en cero para los españoles.
Estrenado el camino hacia el Mundial con una brillante victoria en Bulgaria, pretende De la Fuente estirar la buena imagen ofrecida en la primera parte de Sofía, donde su equipo divirtió y se divirtió, dando un espectáculo de los que mantienen al aficionado pegado al televisor. En la búsqueda de esta continuidad, no se esperan muchos cambios en el once de la selección. De hecho, podría haber solo uno, que parece cantado, como es el del lateral derecho, donde Carvajal le quitaría el puesto a Pedro Porro. “Será una decisión de última hora, confío en todos mis futbolistas”, tiraba de tópico el riojano para evitar dar pistas al rival.
En ese once también tiene todos los números de repetir Lamine Yamal, que exhibió todo su potencial en Bulgaria antes de irse al banquillo con molestias en la espalda. Sus continuos gestos tocándose la parte posterior hicieron saltar las alarmas, abonado el terreno después con su ausencia en el entrenamiento de recuperación. De la Fuente las apagó todas de golpe. “Ningún jugador tiene molestias importantes”, aclaraba, rebajando la tensión.
Tras ganar en Bulgaria, repetir en tierras turcas dejaría a ‘la roja’ con pie y medio en la cita del próximo verano
La otra cara de la moneda es Turquía, donde todas las esperanzas están puestas en el madridista Arda Güler, con permiso del juventino Yildiz, otra joya. Montella parece estar encontrando la tecla adecuada y quiere seguir con la buena línea mostrada en la Eurocopa, donde sólo cedió en cuartos ante Países Bajos.
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