Los Mudorch han sellado la paz después de una larga y costosa batalla por la sucesión.
Rupert, el patriarca, falló en su intento judicial de desheredar a sus tres hijos mayores, pero ahora han llegado a un acuerdo y los tres renuncian al mayor conglomerado mediático del mundo a cambio de 3.300 millones
Los Mudorch han sellado la paz después de una larga y costosa batalla por la sucesión.
El patriarca Rupert Murch, de 94 años, el todopoderoso propietario de un imperio mediático, se ha salido con la suya y Lachlan, el hijo ultraconservador, será el que continuará con su legado, después de un acuerdo con los otros tres hijos que entablaron una amarga disputa legal por el control del grupo una vez que muera el fundador.
La disputa ponía en peligro la unidad y existía la posibilidad de una división del negocio entre los cuatro hermanos. El acuerdo garantiza que la compañía, que cuenta con diversos medios, incluidos la cadena Fox, The New York Post y The Wall Street Journal, se mantendrá bajo el mismo techo e ideológicamente alineados en el conservadurismo.
No ha sido un camino fácil, sino un trayecto tortuoso en el que quedó al descubierto las espinosas relaciones internas. Rupert y Lachlan, que ejerce de de director ejecutivo de la Fox, hicieron una jugada audaz para manipular unilateralmente los términos del fideicomiso irrevocable de la familia y revocar los derechos de los hermanos mayores, Prue, Liz y James, que mantienen. visiones más liberales o moderadas.
Bajo los términos del acuerdo, Prue, Liz y James recibirán 1.100 millones cada uno por todas sus acciones en la empresa, según fuentes conocedoras del acuerdo citadas por medios estadounidenses. Esas acciones se hallan en el fideicomiso familiar, que será disuelto. Esto equivale aproximadamente al 80% de valor de las acciones al cierre del mercado el pasado viernes. Las dos hijas pequeñas de Rupert, Grace y Chloe, serán incorporadas en otro acuerdo.
Las dos partes anunciaron la resolución este lunes. Los tres hermanos mayores “dejarán de ser beneficiarios en cualquier sociedad que posea acciones de la compañía”, sea en Fox Corp o en su compañía hermana News Cop.
El fideicomiso se mantendrá vigente con fecha de 2050. Hasta entonces Lachlan controlará la entidad, con Rupert Murdoch como presidente emérito de la compañía hasta su defunción.
La apuesta inicialmente falló en los tribunales, en un largo proceso celebrado en Nevada para preservar la privacidad del asunto, cosa que resultó imposible al destapar The New York Times los pormenores de la guerra de los Murdoch.
Sin embargo, ambas partes se encontraron luego en la mesa de negociación. El pacto permite que Rupert, el magnate que construyó su negocio a partir de un diario de Australia, su país de nacimiento, y lo convirtió en el más poderoso conglomerado mediático del mundo, preservará lo que el ha llamado “el guardián de la voz conservadora en el mundo angloparlante” con el liderazgo de Lachlan, su heredero elegido.
Su imperio será o no el protector del conservadurismo, pero de lo que no hay duda alguna es que la situación actual de Estados Unidos y la presidencia de Donald Trump solo se entienden a partir de la labor de propaganda política de extrema derecha desarrollada por la Fox, cantera además de cargos y asesores en la Casa Blanca.
“La junta de directores de News Corp acoge con satisfacción estos avances y considera que el liderazgo, la visión y la gestión del presidente de la empresa, Lachlan Mudoch, continuará siendo una guía importante en la estrategia y el éxito de la compañía”, se indicó en un comunicado.
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