El Angliru no marcó distancias, pero tampoco el mítico Alto de La Farrapona, territorio osero en el corazón del Parque Natural de Somiedo, tras una etapa corta de 135,9 kilómetros con salida en Avilés y un desnivel acumulado de 4.000 metros. Si en el Angliru se vio un duelo espectacular entre el portugués Almeida y el danés Vingegaard esta vez tocaba acabar con un alto de 16,8 kilómetros con pendientes del 6% y una trampa final con rampas entre el 9 y el 13%. Fue el día del catalán Marc Soler, que llegó a meta con 40 segundos de diferencia sobre Vingegaard y Almeida.
Vingegaard gana al sprint a Almeida y aumenta su ventaja en la general a 48 segundos
El Angliru no marcó distancias, pero tampoco el mítico Alto de La Farrapona, territorio osero en el corazón del Parque Natural de Somiedo, tras una etapa corta de 135,9 kilómetros con salida en Avilés y un desnivel acumulado de 4.000 metros. Si en el Angliru se vio un duelo espectacular entre el portugués Almeida y el danés Vingegaard esta vez tocaba acabar con un alto de 16,8 kilómetros con pendientes del 6% y una trampa final con rampas entre el 9 y el 13%. Fue el día del catalán Marc Soler, que llegó a meta con 40 segundos de diferencia sobre Vingegaard y Almeida.
La jornada había comenzado con una novedad en el pelotón. El equipo Israel-Premier Tech había decidido modificar su maillot para quitarle la palabra Israel y mantener solo su logotipo para tratar de evitar así las protestas motivadas por su presencia en la carrera. El equipo justificó su decisión por razones de seguridadpero decidió continuar con su denominación oficial.
La novedad
Sin la palabra Israel en el maillot
Marc Soler, de 31 años y nacido en Vilanova, protagonizó la cabalgada final que le llevó a coronar en solitario el Alto de La Farrapona con el pelotón de los hombres fuertes de la carrera a poco más de un minuto. Soler aguantó en el último kilómetro más largo de su carrera deportiva, pedaleando en rampas de 9 % y mirando angustiosamente hacia atrás para ver si veía aparecer a sus perseguidores. Solo a falta de 500 metros tuvo segura la victoria, la cuarta etapa del ciclista catalán en una Vuelta Ciclista a España (antes había ganado etapas en el 2020, 2022 y 2024) y la tercera española en esta 80 edición tras las dos de Juan Ayuso.
Esta es la séptima etapa ganada por el equipo emiratí UAE en solo catorces etapas, un dominio sin apenas precedentes en la Vuelta a España. Para encontrar algo parecido hay que remontarse a Freddy Maertens en la Vuelta de 1977. El objetivo del UAE es llegar a las cien victorias esta temporada.
A la estela de Soler en el último kilómetro se vio un sprint entre Almeida y Vingegaard, que superó al portugués en los últimos metros para llevarse los dos segundos de bonificación y ampliar un poco más su ventaja en la general, ya a 48 segundos.
Marc Soler
“No era mi intención esta fuga”
Por entonces Soler, exhausto, ya atendía a los micrófonos para comentar su gesta: “Estoy muy contento, no me lo esperaba. No era la intención ponerme en la fuga sino que estaba pensando en trabajar para Joao. He arrancado y me he ido solo”.
Y explicó la subida: “He puesto mi ritmo y a mi ritmo veía que mantenía la diferencia. Sabía que si Joao arrancaba o podía soltar a Vingegaard tendría que parar porque todo estaba para él. Ha sido una fuga muy grande. Campenaerts ha arrancado, le he seguido, me he puesto detrás, me he sabido mover muy bien y he podido rematar”.
Y terminó Soler: “Quiero felicitar a mi mujer porque hoy es su cumpleaños”.
Pese al dominio del equipo emiratí, la sensación es que si en El Angliru Almeida había hecho algo de daño a Vingegaard, el sprint final en el Alto de La Farrapona del doble ganador del Tour demostró que el maillot rojo sigue siendo el gran favorito para llevarse esta Vuel
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