El presidente dice que los fuegos de este verano «no son fruto de la casualidad ni de una trama pirómana» Leer El presidente dice que los fuegos de este verano «no son fruto de la casualidad ni de una trama pirómana» Leer España // elmundo
Pedro Sánchez ha inaugurado este lunes el nuevo curso político con un acto centrado en la elaboración de un Pacto de Estado frente al cambio climático, el anuncio que hizo durante su visita en agosto a las zonas arrasadas por los incendios que han quemado 330.000 hectáreas -una superficie equivalente a «seis veces la isla de Ibiza»- sólo en el último mes. Rodeado por la plana mayor del Gobierno, el presidente ha desgranado las 10 líneas generales de su «propuesta abierta» a los partidos políticos y la sociedad civil que incluye la creación de una Agencia Estatal de Protección Civil y Emergencias para combatir las consecuencias del calentamiento global.
La iniciativa para «mejorar» la coordinación entre instituciones en la respuesta a este tipo de crisis se produce después de que 130 fuegos hayan afectado este verano con especial virulencia a Castilla y León, Galicia y Extremadura sin que el Ejecutivo central haya asumido la dirección de las labores de extinción. Tampoco ninguna de estas comunidades -todas gobernadas por el PP-, que son quienes tienen la competencia, ha solicitado la declaración de emergencia nacional, lo que en la práctica hubiera implicado que fuera el Ministerio del Interior el que tomara el mando.
Según ha detallado Sánchez, la emergencia climática ha causado en los últimos cinco años más de 20.000 muertes en España, el doble que víctimas de tráfico, y ha supuesto un coste de 32.000 millones de euros en pérdidas económicas. «Puede sonar abstracto, pero es el equivalente al presupuesto de la educación de nuestros niños y jóvenes», ha puntualizado.
Además, en su intervención el presidente ha sido particularmente duro con el «negacionismo rampante», en alusión implícita a Vox, aunque también ha subrayado que la «terrible» ola de incendios de este año «no es fruto de la casualidad ni de una trama pirómana», en una crítica indirecta al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, por decir que el 80% de los fuegos son intencionados y hablar de «terrorismo incendiario».
«A todos los políticos y políticas del país yo les pido que no polaricemos con esto, que dejemos este asunto al margen de las disputas competenciales, territoriales y partidistas, que estemos a la altura de lo que las circunstancias exigen y nuestra ciudadanía necesita y merece», reclamó Sánchez porque «el cambio climático mata». Aunque ha reconocido que puede parecer incluso «ingenuo» pedir un Pacto de Estado en un momento político como el actual, ha afirmado que va a «defender siempre el posibilismo y que España, cada vez que ha enfrentado desafíos que trascienden a lo ideológico, el conjunto de la sociedad ha estado a la altura».
El presidente ha evitado culpar directamente a las comunidades, pero sí ha afirmado que la cantidad y virulencia de los fuegos este verano es consecuencia de «una política de prevención claramente insuficiente, que se refleja en la falta de planes ejecutados, en la ausencia de instrumentos de análisis y predicción avanzados, y en plantillas de bomberos y brigadas forestales que, en determinados territorios, no estaban lo suficientemente dotadas». A lo que ha apostillado: «El momento de reparar el tejado cuando brilla el sol y no cuando cae la lluvia. Los incendios de sexta generación no se apagan en verano, se apagan en invierno y en otoño y todos los días del año».
La propuesta de Pacto de Estado del Gobierno, que será aprobada este martes en el Consejo de Ministros, incluye también los compromisos de creación de fondos dotados con recursos permanentes para acelerar la reconstrucción de los municipios afectados y aumentar y mantener por parte de todas las administraciones los medios técnicos y humanos para combatir «eventos climáticos extremos». También, avanzar hacia un modelo de gestión forestal «adaptado a las realidades del siglo XXI».
El Ejecutivo propone, asimismo, desplegar una respuesta nacional de resiliencia hídrica «para lidiar con inundaciones y sequías»; adaptar la legislación y el territorio a las olas de calor estableciendo una amplia red de refugios climáticos; reconocer y potenciar el «papel esencial del mundo rural» ante este tipo de emergencias; fortalecer la contribución del sector silvícola a la lucha contra las mismas; promover una cultura cívica de prevención; y acelerar la transición ecológica exigiendo a la Unión Europea «una mayor ambición».
En el acto de este lunes, el jefe del Ejecutivo ha estado acompañado por los 17 ministros socialistas además de por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y el titular de la cartera de Cultura dentro de la cuota de Sumar, Ernest Urtasun. También han asistido los representantes de UGT, CCOO y de la patronal.
La vicepresidenta tercera y responsable de Transición Ecológica, Sara Aagesen, ha apuntado que en 2050 España habrá pasado de tener un clima mediterráneo a un clima estepario. «No podemos permitirnos el negacionismo», ha advertido asegurando que no actuar ahora para tratar de paliar las consecuencias supondría «hipotecar el futuro en las generaciones venideras», por lo que ha reclamado un acuerdo con un amplio consenso político y social para poder «redimensionar y adaptar las políticas públicas».
En la misma línea, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha subrayado que «el cambio climático es una evidencia científica que no acepta discusión» y que el reto pasa por «fortalecer aún más el sistema de Protección Civil» para «mejorar la capacidad de respuesta a sus efectos destructivos». Finalmente, el responsable de Agricultura y Ganadería, Luis Planas, ha incidido en la necesidad de «proteger la vida en el medio rural» ante este tipo de emergencias.