Tras un año repleto de trabajo intenso, Sara Carbonero ha decidido marcharse a Japón para disfrutar de unas largas vacaciones rodeada de historia y aventuras por el país asiático. La presentadora no ha dudado en compartir con sus seguidores algunas de las imágenes que ha ido realizando a lo largo de los días, demostrando lo feliz que se encuentra en estos momentos.
La presentadora acudió a la ciudad de Hiroshima para entender las consecuencias negativas que generó la bomba atómica de 1945
Tras un año repleto de trabajo intenso, Sara Carbonero ha decidido marcharse a Japón para disfrutar de unas largas vacaciones rodeada de historia y aventuras por el país asiático. La presentadora no ha dudado en compartir con sus seguidores algunas de las imágenes que ha ido realizando a lo largo de los días, demostrando lo feliz que se encuentra en estos momentos.
Sin embargo, hay veces que al descubrir la realidad que se esconde en algunos lugares del mundo puede hacer cambiar tu mente de forma directa. Y es eso mismo lo que le ha pasado en su visita a Hiroshima, la ciudad japonesa que recibió la bomba atómica el 6 de agosto de 1945.

“La belleza y la calma de los jardines contrasta con la crudeza y el horror reflejado dentro del museo. Imprescindible vivir los dos extremos para comprender el pasado y el presente de la ciudad (y del país)”, escribió justo después de visitar el museo que explica la crudeza vivida en esa época.
La bomba destruyó la ciudad y afectó de forma directa a los habitantes que se encontraban cerca de ella. Y es esto mismo lo que pudo comprender Sara Carbonero al pasearse por el Museo y Parque de la Paz. “No es un lugar bonito ni alegre, pero sí es necesario para entender por qué la paz nunca debería darse por sentada”, reconoció.
Sara Carbonero recuerda la historia de Sadako Sasaki, una niña superviviente del bombardeo
Y si hay una historia que le conmovió especialmente fue la de Sadako Sasaki, una niña superviviente del bombardeo. Diez años después, desarrolló una leucemia que acabó causando su muerte. “Intentó curarse haciendo origamis de papel, inspirada por una leyenda japonesa que decía que si conseguía hacer mil en un mes, se curaría”, relató la periodista.
Una historia que no solo conmovió a la ciudadanía, sino que se convirtió en un símbolo de paz. Por ello, al enterarse de esto en el museo, Sara no pudo evitar romperse por completo: “Yo también tuve que parar en la mitad y sentarme, y llorar”.

Dominio público
Pese a todo, la presentadora está disfrutando al máximo de su experiencia en Japón. Si bien no se sabe con quién se encuentra en estos momentos, algunos medios apuntan a que podría tratarse de su pareja José Luis Cabrera Bonny, conocido en su círculo como Jota. Una relación que va viento en popa desde que saliese a la luz a finales de enero de este mismo año.
Gente