Tras cenar anoche con los líderes de las principales tecnológicas, el presidente dice que «no permitirá que estas acciones discriminatorias se mantengan» contra la «brillante e inaudita creatividad estadounidense» Leer Tras cenar anoche con los líderes de las principales tecnológicas, el presidente dice que «no permitirá que estas acciones discriminatorias se mantengan» contra la «brillante e inaudita creatividad estadounidense» Leer
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha criticado este viernes duramente la multa de casi 3.000 millones de euros, un 0,9% de su facturación global, impuesta por la Comisión Europea a Google por prácticas contrarias a la competencia, y ha amenazado con anularlas, con represalias e incluso sanciones comerciales a la Unión Europea en defensa de la «brillante e inaudita creatividad estadounidense».
En un mensaje en su propia red social, Trump ha denunciado que las autoridades comunitarias se han «apropiado de fondos que, de otro modo, se destinarían a inversiones y empleos estadounidenses. Esto se suma a las numerosas multas e impuestos que se han impuesto contra Google y, en particular, contra otras empresas tecnológicas estadounidenses. ¡Es una injusticia que el contribuyente estadounidense no tolerará!», ha avisado.
Para Washington las multas de los responsables de Competencia comunitaria son un problema desde hace lustros. Barack Obama y Joe Biden se quejaron, presionaron y criticaron lo que consideraban una persecución para gravar a los estadounidenses y ‘castigarlos’ por su liderazgo, ya que, sostienen, las empresas europeas no son capaces de batirse con ellas en el mercado. Pero Trump lo ha llevado a un nivel mucho más alto, y justo en medio de las negociaciones sobre aranceles. De hecho, el anuncio de la Comisión se ha producido de forma inusual un viernes, después de que a principios de semana, como normalmente hubiera ocurrido, el vicepresidente Maros Sefcovic, encargado de las conversaciones con EEUU sobre comercio, frenara la decisión para evitar precisamente lo que ahora ha ocurrido. Al final, la posición de la vicepresidenta Teresa Ribera ha prevalecido.
«Como ya dije, mi Administración NO permitirá que estas acciones discriminatorias se mantengan. Apple, por ejemplo, se vio obligada a pagar una multa de 17.000 millones de dólares que, en mi opinión, no debería haberse aplicado. ¡Deberían recuperar su dinero! No podemos permitir que esto le suceda a la brillante e inaudita creatividad estadounidense y, si ocurre, me veré obligado a iniciar un procedimiento de la Sección 301 para anular las injustas sanciones impuestas a estas empresas estadounidenses contribuyentes», ha concluido en su mensaje. La Sección 301 es una herramienta incluida en la Ley comercial estadounidense desde 1974 que permite aplicar represalias comerciales unilaterales contra países que imponen «barreras comerciales injustas contra Estados Unidos». Es lo usado por las anteriores administraciones para castigar a China.
Anoche precisamente, Trump recibió en la Casa Blanca a los directivos de las principales tecnológicas del mundo, incluyendo Google. Y mantuvo ante las cámaras un intercambio con su primer ejecutivo, Sundai Pichai. «Ayer fue un gran día para Google», arrancó el presidente, en referencia al hecho de que Alphabet, la matriz, sumó 230.000 millones de dólares a su capitalización bursátil tras evitar su desmembramiento en un caso de antimonopolio histórico que arrancó en 2020 el Departamento de Justicia de EEUU. El año pasado, se determinó que Google tenía un monopolio ilegal en su mercado principal, las búsquedas en internet, pero al dictar sentencia sobre cómo abordar esa situación, el juez no siguió las peticiones del Departamento de Justicia, que pedía forzar a la empresa a dividirse, y eso disparó las acciones de la empresa de búsquedas.
Google, que está en medio de un proceso precisamente con Trump por haber «censurado» su presencia en Youtube en 2020 tras el asalto al Capitolio, y que podría acabar pagando decenas de millones de dólares para costear la biblioteca presidencial del presidente, como han hecho otras redes sociales o canales de televisión, dio las gracias en la Casa Blanca por «el talante constructivo y dialogante» del Departamento de Justicia, que ahora dirige la ex abogada personal del propio Trump. Éste recalcó que la denuncia había sido del equipo de Biden, no de él, y horas después, salió en defensa de la empresa ante Europa.
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