Aunque comenzó su carrera mediática en la televisión como pretendienta –y después tronista– del extinto Mujeres y hombres y viceversa de Telecinco, a fecha de 2025 puede Violeta Mangriñán decir que se ha convertido en una de las influencers más reputadas de nuestro país. Millones de seguidores avalan su presencia en la red, donde su día a día, su estilo de vida y, cómo no, su icónica melena, despiertan igual curiosidad que admiración.
Su melena, que arrasa en Instagram y ha sido objeto de admiración (y de contratos publicitarios), es el resultado de una rutina sorprendentemente sencilla y basada en el cuidado consciente
Aunque comenzó su carrera mediática en la televisión como pretendienta –y después tronista– del extinto Mujeres y hombres y viceversa de Telecinco, a fecha de 2025 puede Violeta Mangriñán decir que se ha convertido en una de las influencers más reputadas de nuestro país. Millones de seguidores avalan su presencia en la red, donde su día a día, su estilo de vida y, cómo no, su icónica melena, despiertan igual curiosidad que admiración.
Lo que quizá no todos saben es que tras ese pelo brillante, fuerte y aparentemente inalcanzable, no hay fórmulas secretas ni complicados rituales de belleza. Todo lo contrario: la creadora de contenido ha hecho del “menos es más” su lema, y su rutina capilar está tan libre de excesos como cargada de sentido común. En declaraciones recogidas por Cosmopolitan en marzo de 2023: “A la hora de cuidar el pelo soy de menos es más, entonces lo que trato es no de cuidarlo más, sino de estropearlo lo menos posible”. Palabra de Violeta.
“No me lo tiño”
Una melena natural y fiel a sí misma, el secreto mejor guardado
Durante otra entrevista con el medio antes citado, publicada en octubre de 2024, la valenciana confesaba algo que sorprendió a muchos: su pelo es 100% natural. “No me lo tiño, es mi color natural. Me están empezando a salir canas, yo no sé hasta cuándo voy a poder aguantar eso de no teñírmelo”, compartía entonces. A día de hoy, no parece haber cambiado de rumbo: sigue apostando por la autenticidad, incluso si eso implica algún que otro cabello blanco.
Además, se corta la melena de forma regular –cada dos o tres meses– y, lejos de experimentos capilares, prefiere confiar en profesionales. Ella misma lo reconocía entre risas en otra charla con ELLE en diciembre de 2023: “¿Cortarme yo sola el pelo? ¡Nunca! Para eso siempre me pongo en manos de expertos y de mis peluqueros de confianza”.
“No hago grandes cosas”
De la rutina al ritual: el cuidado capilar como un momento para ella misma
A pesar de su imagen impoluta y de su presencia en campañas de belleza, su enfoque dista mucho del mito de la influencer hiperconsumista. En otra entrevista con Women’s Health en diciembre de 2023, la exconcursante de Supervivientes 2019 lo dejaba claro: “Tengo un pelo muy agradecido y no he tenido que hacer grandes milagros para mantenerlo”. De ahí que utilice productos accesibles, a la par que evita maltratar su melena con calor excesivo o tintes agresivos y, cuando toca, recurre a tratamientos intensivos como ampollas o aceites.
Eso sí, hay una constante: el mimo. “Para mí el hecho de tener que lavarme el pelo ya es un ritual”, aseguraba entonces. No lo lava todos los días –“a la semana lo lavo unas dos o tres veces, no todos los días, y utilizo productos sin sulfatos en la mayoría de las ocasiones”, señaló en la mencionada primera conversación con Cosmpolitan– y siempre que utiliza herramientas de calor, aplica antes un protector térmico. En eso, sí que no se salta ni un paso.
“Todos necesitamos días de moño”
La belleza en el descanso, entre días de sofá, peli y cero presión estética
Si hay algo que Violeta no oculta es que también tiene bad hair days. “Intento que sean los menos posibles por mi trabajo, porque me gusta verme bien”, contaba también a ELLE en aquella entrevista tras un evento de belleza. Pero también reivindica algo que, a menudo, parece olvidarse en redes: el derecho a no estar perfecta siempre. “Todos necesitamos días de moño, sofá y peli”.
Y aunque en las grandes citas apuesta por herramientas profesionales, también sabe cuándo soltar el pelo –literal y metafóricamente–. Porque más allá del champú, el aceite o las puntas saneadas, hay algo que no se compra en ninguna tienda, que es la actitud con la que cada una lleva su melena. Y en eso, ella también marca tendencia.
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